gay dating de almudévar Como dicen sus organizadores, “es un acto festivo pero reivindicativo a la vez, en el que los perros que viven en familia toman las calles de una ciudad como Madrid, cuyas instituciones, responsables de medios de transporte, y comerciantes, les siguen dando la espalda con el más absoluto desprecio”; una Comunidad que mata legalmente por sistema a los animales que han sido abandonados, en un plazo de 10 días”.

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beatifically Este año la protectora El Refugio ha hecho una reivindicación muy especial. Tras impulsar este verano una Iniciativa Legislativa Popular que persigue prohibir el sacrificio de animales abandonados en la Comunidad de Madrid, su Presidente (D. Ignacio González) lleva tres meses guardando silencio, sin dar su aprobación para que dicha iniciativa pueda ser sometida a votación por los representantes de los ciudadanos que componen la Mesa de la Asamblea de Madrid.

En protesta por este injustificado silencio, ha tenido lugar en la Plaza de Cibeles, una protesta en la que más de 700 participantes de la Sanperrestre se han puesto a cuatro patas junto a sus perros, para pedir el sacrificio cero, bajo el lema: “¿Qué tengo que hacer para que no sacrifiquen a más animales abandonados, pedirlo de rodillas? No, lo voy a pedir a cuatro patas”.

Esta campaña también se extiende a las redes sociales a través del hashtag #akuatropatas para que quien quiera, puede hacerse una foto o video en dicha postura y subirla a Twitter, Facebook e Instagram, en apoyo a dicha causa. También han filmado un spot que se está emitiendo en distintos medios; puede verse en www.akuatropatas.org y en él piden a D. Ignacio González que cumpla con los compromisos que nuestro sistema democrático asumió con los ciudadanos, permitiendo que esta iniciativa pueda ser sometida a votación, como dictan las leyes.

“Hoy es un día muy feliz, un año más la Sanperrestre ha sido la única fiesta en la que los perros y las personas que convivimos con ellos en Madrid, hemos podido celebrar juntos la Navidad y el Año Nuevo. Por lo demás, sólo nos queda decirle a D. Ignacio González que su silencio impide que los representantes de todos los ciudadanos puedan votar si quieren prohibir el sacrificio de animales abandonados; por tanto, supuestamente deberíamos entender por su silencio, que el Presidente de la Comunidad de Madrid está a favor de que se sigan matando a miles de animales abandonados cada año en la Comunidad de Madrid. Si es así, D. Ignacio, dígalo claramente, porque los ciudadanos tenemos todo el derecho a saber qué opinan nuestros gobernantes sobre las cuestiones que nos afectan. Los ciudadanos hemos cumplido con nuestro compromiso, cumpla usted con el suyo. Cuando los ciudadanos dicen que hay que cambiar el sistema porque no funciona, los políticos responden que el sistema funciona a la perfección. Quizás en esto tengan razón y lo que haya que cambiar sea a los políticos, porque sean ellos los que realmente no dejan al sistema funcionar”. Declaró Nacho Paunero, presidente de la protectora El Refugio.

Si hace cuatro años alguien nos hubiese dicho que en Madrid existía una fiesta navideña en la que eran perros los que daban las campanadas y en vez de uvas, los canes comían doce bolitas de pienso, seguramente hubiésemos preguntado que a quién se le puede ocurrir semejante locura. Pues se le ocurrió a la protectora El Refugio, y lo han vuelto a hacer.
Esta mañana, por cuarto año consecutivo, cientos de perros junto a sus compañeros humanos han participado en la Sanperrestre Urban Tour, algo mucho más parecido a una gran fiesta que a una carrera convencional.

Cerca de 600 perros con sus respectivas familias, han partido desde la Plaza de Cibeles, para dirigirse hacia la Plaza Mayor atravesando el precioso Barrio de Letras, la Puerta del Sol, la Carrera de San Jerónimo y el Paseo del Prado. Y lo han hecho andando, corriendo, bailando, disfrazados, en pareja, en familia o con amigos, pero todos con una gran sonrisa en la cara y una alegría que han contagiado a todos los asombrados madrileños y turistas con los que se han cruzado.

Fuente: El Refugio www.elrefugio.org

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