
Este es un lugar muy singular ya que aunque usted no lo crea es una isla habitada por más gatos que personas, ubicado frente a la Península japonesa de Oshika y a pesar de que siempre ha llamado mucho la atención a los habitantes de la mitad occidental del planeta la fascinación ejercida por los gatos sobre la sociedad japonesa es sorprendente descubrir la existencia de una isla dedicada por completo a rendir culto a estos independientes animales.
El lugar consiste en un pedacito de tierra en medio de la inmensidad del Océano Pacífico que permanecería en el más absoluto de los olvidos para la opinión pública occidental de no ser por el mencionado hecho tan inusual y llamativo.